Mi nombre es Guadalupe, tengo 42 años y soy argentina. Hace 6 meses decidí emigrar a España y elegí Estepona para asentarme con mi pareja, mi hijo y mi perrita. Cuando terminé el instituto estudié abogacía y me dediqué a esa profesión durante muchos años. Sin embargo, siempre me atrajo el mundo del yoga y la meditación por lo que he venido practicando los últimos 15 años. 
Hace un tiempo, circunstancias de la vida hicieron que me aferre a la práctica  más que nunca y, yo digo que el yoga me salvó la vida, porque realmente logró mantenerme a flote y me impulsó a hacer cosas nuevas. Sentí que debía redireccionar mi vida y decidí profundizar en aquello que me hacía tanto bien, pero, esta vez, para poder transmitirlo a otros. Y fue allí que realicé el instructorado de yoga.
Luego, durante la pandemia, quedé embarazada y la maternidad me atravesó de tal manera que comencé a perfeccionarme en yoga prenatal.
Actualmente también estoy finalizando la formación de doula, para poder acompañar todo el proceso, desde la decisión de ser madre, pasando por la gestación, el nacimiento y también el puerperio.
De hecho de allí surge el nombre de Parvati Yoga, ya que es la diosa hinduista de la fertilidad. Pero también doy clases de yoga para no gestantes de todas las edades y niveles.  
Además soy reikista de los dos niveles, por lo que puedo brindar sesiones presenciales o enviar reiki a distancia. Creo profundamente en el poder de todas estas herramientas que otorgan muchos beneficios en la vida cotidiana y que pueden ayudar a sanar cuestiones físicas, mentales y emocionales.